martes, 7 de septiembre de 2010

DE AMORES PIADOSOS 07.09.2010, CHILE

Reduciré a escombros
y fragmentos,
las palabras que me dijiste
un día
tras la cámara oculta
de los sueños,
porque eras piadoso y poeta
entonces y la mar
era tu caverna marina y silenciosa.
...Me refugié en tí,
porque sabías
de mundos subterráneos,
de terciopelos y amapolas,
pero te enajenaste,
perdiste el camino,
erraste la causa,
se te colapsó el destino.
Espíritus ególatras
te aprisonaron las manos.
...ya no supe
de tus viajes estelares
por la India,
buscando la rosa moribunda
de mí vestido,
ní la estrella
que colgaste en mí pecho
en Barcelona.
¿Dónde quedó entonces
la cigarra dorada
que me regalaste
como trofeo
del Palacio de las Olas?
¿Donde quedó la cruz labrada
que anudaste a mi cuello
en las frágiles horas?
¿Donde reposo mi mano blanca
de nenúfares,
para saciar el ánfora de tu boca?
¿Dónde dejo tus frases segmentadas?
¿Dónde, la metáfora
de mis sombras?

miércoles, 16 de junio de 2010

PEDRO PARAMO

PEDRO PARAMO
DE JUAN RULFO



Antagónica, contradictoria, cautivante...
La novela se sitúa en distintos planos supuerpuestos, que convergen,
y se yuxtaponen.
Navegan por una Aldea fantasma, personajes fantasmas.
Si bien es cierto, todos están muertos, cobran vida y características propias y de peso.
Escrito con un vocabulario tan suelto, como irreverente, desprovisto de sutilezas y a la vez con emotivas y ensoñadas evocaciones.
Situada en lugares comunes de una Lationámerica efervesente.
Como tema central y obsesivo "La Muerte" el peso del hombre y el tránsito al irrevocable camino al que estamos asignados.
El Personaje sobresaliente que con su nombre da el título al libro, constituye, el eje, el centro de los mas notables sucesos e interviene en muchos de ellos.
Surrealista, sugerente, extraña.
Una novela tan apasionante, con insólita.
Extraordinaria.

miércoles, 9 de junio de 2010

CALEIDOSCOPIO

Pasaré por tí, sobre el espejo
e irizaré la luz
quebrada de las sombras,
con terciopelo
de azahares cromados,
me beberé
la policromía
del arcoiris
y de las gaviotas
Una bahía de huesos
en la almohada
sera la febril estrella
del camino
y entre las manos
huesudas en tu alcoba
le cantaré un himno
al infinito.
Como arrebol de acero,
inmaculado tu rostro
y las naves de tus azules ojos
levantarán la brisa en el camino,
levantarán sus muertos los despojos
y taciturna en la playa florecida,
de esmeralda y azules encendida,
me miraré en el retrato
de tu frente,
me dormiré en la mar embravecida.