DE FLORES Y NOVIAS De: Ingrid Pereira Mesecke, Febrero 11, 2012, CHILE
No quisiera ser la flor
que losana
un día...
se quiebra, se bota,
se estropea.
Si has cogido
del jardín
sólo una,
entre tantas otras,
que sea la predilecta,
la preferida,
la bien amada,
la poderosa.
No deseo, ser
segundo ramo
en manos
de segunda novia.
Ni sueño de alhelí
con los zapatos
sombríos, la cara triste
el vestido hecho jirones,
la noche sin alcoba.
Estar desactivada
de la fuente de luz,
no me hace bién,
y me derrota.
Tampoco
que las garzas cojan
las pobres migajas
que en el suelo
han quedado.
desparramadas,
viendo en el atardecer,
madonas tristes ,
asustadas y melancólicas.
No seré
la alondra dormida
y archivada
en un mausoleo
para Reinas opacadas.
Princesitas nunca amadas,
fastidiadas, vulneradas,
simplemente abandonadas.
Me escabulliré
del abrazo malicioso,
de la farsa enajenada,
del silencio y el susurro
de la falaz emboscada.
Del envío voluntario
de estrellas apagadas.
Soy río y rosa,
altiva, majestuosa
ególatra , engreída,
en mi patio de amapolas.
Nunca la sobra de un balde
que se quedó con las hojas,
ni marchitadas margaritas
cargadas de gotas lluviosas.
El cuento se sabe temprano,
la verdad siempre se asoma.
Si cupido subió tan alto
y se enrredó
en hebras rotas,
no es mi culpa,
no es mi destino,
sólo sé
ser mariposa.
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