sábado, 8 de octubre de 2011

MAS ALLA DE LO INFINITO

MAS ALLA DE LO INFINITO.- De. Ingrid Pereira Mesecke. Septiembre 10. 2011, 17.46 P.M.

de Ingrid Pereira Mesecke, el Sábado, 10 de septiembre de 2011, 16:45

MAS ALLA DE LO INFINITO De: Ingrid Pereira Mesecke.-

Que grandes somos y que pequeños, como un corpúsculo, como una gota en el mar, como una luz de estrellas divinas y sin embargo que pequeños somos en el dolor, la desgracia, la pena, la falta de amor cuando no hay amor y no sabemos tenerlo y menos entregarlo.

Que pobres somos si nos quedamos en la avaricia del amor y no generamos la corriente de la aglomeración de seres y almas perfectas e indisolubles.

Que grandes somos y que pequeños como un haz de luz que pasa y deja huella en el cielo.

Que pequeños somos en la nostalgia, en la incertidumbre, en las fuerzas de lo desconocido.

Que hermosos somos y que pequeños, como granitos de arena en la mar, como polvo de estrellas galácticas, como rosa de los vientos.

Somos de todas partes, siderales, del tiempo, eternos, salvajes.

Nos volvemos poderosos, caprichosos, intolerantes, prejuiciosos, absurdos, malos...podemos hasta volvernos malos, llenos de malos espíritus que nos agarran de las patas y nos jalan del cabello, porque la tarea de ellos es apartarnos de la verdad, para hacernos infelices , porque les interesa nuestra destrucción y caemos en sus juegos rotundos a veces sin escapatoria para algunos...sin regreso desde las voraces lenguas de la oscuridad.Hay un solo sol en este

Sistema Planetario nuestro y una sola luna...debemos mirar sólo su brillo y no el territorio del Hades.

Que grandes somos cuando el orgullo nos gana la partida, cuando los egoísmos se construyen a partir del Reino de nuestro propio cielo, cuando hacemos leña del arbol caído, cuando blasfemamos las historia del Creador.Que grandes, en el cuento que nos inventamos porque no queremos vernos débiles ante una vida que no entendemos.Nos volvemos grandes en una pequeñez gravitante.

Que grandes somos, cuando cortamos el cordón de la conciencia, cuando desvastamos a los ángles terrenales, cuando no nos podemos sostener ante la envidia.

Que poderosamente grandes somos en los egos inflamados y encendidos, en los fuegos y las hogueras en que metemos las manos, cuando quemamos la racionalidad por un puñado de pequeñez.

Que pequeños somos en el arrullo, en el silencio, en la soledad del desierto del alma lo que Ignacio Larrañaga llama " las noches del alma, las atmosdferas que aprisionan nuestras cabezas"

Que pequeños somos en la noche azul que cruza el camino de la vía láctea en el Hemisferio Sur.

Que grandes y pequeños somos en la Tierra Austral de la América Morena.

Que grandes y pequeños somos en el Pacífico Sur.

Pero nos volvemos Puerto sin Dios cuando nos engalanamos de egocentrismos rebeldes que no nos conducen a nada.

Que pequeños nos volvemos si somos capaces de ignorar que conformamos un Cosmos Unitario e Indisoluble.

Que grandes y pequeños nos volvemos en la selva, en la Cordillera, en el campo, en las rocas, en la nieve y hasta en la flor en la que liban las avejas y vuelan las mariposas.

Que irónicamente grandes somos, cuando creemos tener las manos llenas y las tenemos vacías .

Somos escoria y somos cristales, todo vale desde el proceso interno de nuestras vidas. Todo surge para bién, si queremos el bién, todo engendra el mal, si nos enganchamos con el mal.

Que pequeños nos podemos volver frente al Desierto Florido en Primavera, ante los vientos australes y los hielos eternos de los témpanos azules.

Que inmensos somos, cuanto más precaria es nuestra alma desvestida de lujos.

Que grandes somos frente a la indiferencia cuando el prójimo nos importa un carajo y que pequeños la verdad somos , creyéndonos Dioses y Superhéroes en este Planeta infnitamente lejano en un Universo milenario, creado bajo la luz, la luz ancestral de las energías luminosas.

Somos luz, debiéramos ser luz en las tinieblas, debiéramos ser sal para sazonar la vida, debiéramos ser agua para procurar dar de beber al sediento...pero estamos en camino de perfección y de paso. Lo unico que conocemos y a medias es la muerte porque no sabemos que hay detrás de ella y lo incierto que tenemos también es la vida, porque no sabemos desde donde venimos. Estamos de paso, de escuela, de lección y de camino.Unos suben los peldaños antes que otros, evolucionan antes que otros y están listos para partir, a otros aun nos queda camino, tropieso, espinas y flores en el sendero, pero si tenemos un derecho, el derecho a elegir hacia que corriente del río nos vamos, hacía que lado del viento y de la luz, hacia que orilla del mar, hacia que punto de encuentro, hacia que cielo, hacia que gota de rocío o nieve de la cordillera...podemos elegir, debemos elegir en la libertad que nos dan no solo las ideas, los sentimientos, las experiencias, debemos elegir y maniobrar con ese timón de la vida que nos aleja del naufragio.

Eligieron el bién y fué dura la lección que aprendimos en la distancia, la hora, el día, lo inexplicado e inexplicable , las condiciones con todos sus parámetros, con todas sus rabias, sus rebeliones, sus costas, sus dolores, las incertidumbres, lo inconmesurable de la partida y vuelo de estos halcones de la libertad, que tocaron el punto de encuentro, el punto al infinito, ese del cual ya no tuvieron miedo y si una tremenda conciencia de Paz.


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